Hongos chilenos que debes conocer

Equipo Bazar Fungi

Según un artículo científico publicado en el Boletín Micológico, el cual está relacionado estrechamente con el mundo fungi, existen al menos 53 especies de hongos comestibles en Chile. Estos organismos son cada vez más buscados por las personas que quieren llevar una vida más saludable de forma natural y también por los chefs, esto es debido a que los hongos tienen una variedad de beneficios: son bajos en calorías, tienen propiedades antioxidantes y aportan proteínas en cantidades leves.

En la actualidad, estos productos de la naturaleza son muy buscados por su sabor y su capacidad de integrar distintos platos, pero también por sus propiedades beneficiosas para el organismo humano. Por ejemplo, existen distintos tratamientos de medicina alternativa que utilizan hongos por sus características antitumorales, inmunomoduladoras, antioxidantes y antimicrobianas.

Características generales de los hongos chilenos

Chile, así como tiene una variedad de climas y ecosistemas, también tiene una gran diversidad de hongos. A la fecha hay actualmente más de 3000 especies registradas, desde el desierto de Atacama hasta la selva valdiviana. Los hongos chilenos puedes encontrarlos en bosques, praderas, jardines e incluso ciudades. Se caracterizan por su variedad de formas, colores, tamaños y también por sus propiedades medicinales; utilizadas por las culturas indígenas de Chile durante siglos.

Ahora, un dato interesante es que, de acuerdo con el Observatorio de Complejidad Económica (OEC): “En 2021, Chile exportó $408k en hongos procesados, convirtiéndolo en el exportador número 46 de hongos procesados en el mundo”. Por lo tanto, se puede apreciar el crecimiento de nuestro país en esta materia. Sin olvidar que también se está desarrollando la producción de hongos adaptógenos.

Algunos datos específicos sobre los hongos en Chile son:

• La temporada se extiende desde el otoño hasta la primavera.
• Se pueden encontrar en una variedad de altitudes, desde el nivel del mar hasta los 4000 metros.
• Son una fuente importante de alimento para los animales.
• Los hongos chilenos crece sobre un sustrato y se asocia a un elemento, por ejemplo, la madera, pero también pueden adherirse a determinados árboles, como el pino.

Hongos chilenos comestibles

Los hongos comestibles son una parte crucial de la gastronomía en general. Se utilizan en una variedad de platos, desde sopas y guisos hasta ensaladas y postres. Pero no todos se utilizan de la misma forma, tampoco se encuentran en el mismo lugar. Y si bien hay muchísimos otros hongos chilenos comestibles registrados, ¡aquí te mostramos los preferidos del chef!

Hongo o callampa del pino

El hongo del pino es uno de los más populares y que puedes encontrar fácilmente en nuestro sitio web: Bazar Fungi. Es comestible y, como su nombre lo indica, está asociado a las plantaciones de pino. Es usual en la región del Aysén, donde aparece bajo los árboles, sobre todo en otoño, pero también en primavera.

El hongo callampa del pino, destaca también por ser rico en minerales y vitaminas, reforzar el sistema inmunitario y contar con propiedades antiinflamatorias. Por otra parte, sirve para combatir la presión y el estrés. También protege el corazón y se emplea para tratar problemas relacionados con la anemia.

Su sabor es intenso e incomparable, con múltiples posibilidades para incorporarlo en pizzas, salsas, pastas e incluso galletitas caseras, al molerlo y usarlo como harina saludable.

Grifola gargal

El sabor de las grifolas es fuerte y dulce, mientras que su textura es agradable. Se usa mucho en sopas, salteados y también se puede consumir horneado y acompañado de especias.

Es muy importante que el hongo gargal sea recolectado en condiciones óptimas, ya que, cuando está maduro, puede generar algún tipo de malestar estomacal. Es común en las regiones de Biobío y La Araucanía, donde se lo encuentra en ramas y fustes de árboles caídos.

Changle

Los hongos Changle se encuentran principalmente en la zona centro sur de Chile, en las regiones del Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. La gente los adora por su sabor. Aunque son un poco duros si los comes crudos, cocinarlos libera su maravilloso sabor terroso, lo que los convierte en el toque final perfecto para un risotto o una sopa cremosa.

Los changles o Ramarias parecen más un coral de mar que algo que encontrarías en el bosque. Tienen unas magníficas formas ramificadas y colores que van desde el blanco hasta el rosa y el amarillo. Tiene un alto contenido de fibras, vitaminas, hierro, zinc, potasio, calcio y magnesio. Lo puedes preparar con papas y obtener un plato realmente sabroso.

Digüeñe

Estos hongos, que parecen pequeños globos blancos o amarillos, crecen en los robles en el sur de nuestro país. Tienen una textura suave y esponjosa que es absolutamente adictiva. Sin embargo, la verdadera diversión comienza cuando los cocinas: se vuelven sabrosos y ligeramente dulces, ¡como si estuvieran llenos de sorpresas! No es de extrañar que sean un manjar en las mesas nacionales.

Níscalos

Su nombre científico es Lactarius deliciosus y también se los conoce como callampas rosadas. Crecen asociados a los pinos radiata, que son abundantes en Chile. Los níscalos son originarios de España y poseen un sombrero de entre 5 y 15 centímetros. Su color es anaranjado o salmón y su carne es densa. Aporta fibras, hierro, vitamina D, yodo y potasio, entre otros elementos. Una deliciosa manera de consumirlo es al horno con ajo y perejil.

Loyo

Los loyos o Boletus loyo son una especie de hongos que está considerada en peligro por el Ministerio de Medioambiente de Chile desde el 2015. De todas maneras, los productores locales de la Araucanía y Biobío los cultivan y comercializan. Se cosechan en otoño y son ricos en potasio, fósforo, vitaminas B y C.

Hongos chilenos no comestibles

Por otro lado, existe una gran variedad de hongos que no son comestibles, pero igualmente son buscados por su belleza y porque pueden usarse para distintos proyectos artísticos. Aquí te presentamos algunas de las especies que se pueden encontrar en Chile.

Mycena cyanocephala

Estas setas son pequeñas y azuladas y suelen crecer en troncos en descomposición. Su tamaño es mínimo, ya que no superan los dos centímetros y son muy difíciles de encontrar. Están presentes en gran parte de la zona central del país y se extienden hacia la Patagonia.

Entoloma necopinatum

Son tan hermosos y pequeños como los anteriores, pero de color verde. Según el Ministerio de Medio Ambiente de Chile, se encuentran amenazados por la deforestación. También son difíciles de encontrar. Para verlos, prueba en rutas de Chiloé, Biobío y Los Lagos.

Cortinarius magellanicus

Se desarrolla de enero a mayo, cerca de las raíces de los árboles del género nothofagus. Su hermoso color púrpura los convierte en otra de las especies más buscadas por los amantes del mundo de los hongos. Está presente en la zona del Maule hasta Magallanes.

Cyptotrama hygrocyboides

Es una seta de color brillante anaranjado que se encuentra en bosques de áreas costeras como, por ejemplo, en el Parque Fray Jorge en Coquimbo. Es de tamaño mediano y crece en troncos muertos. También se encuentra bajo amenaza por la degradación de su hábitat natural.

Hay muchos hongos chilenos para disfrutar, ¡y en Bazar Fungi te los acercamos!

Estos son solo algunos de los hongos chilenos que se pueden encontrar a lo largo del país. ¡Esperamos que hayas conocido algún integrante nuevo de este fascinante mundo fungi! Y, lo más importante, que reconozcas los hongos venenosos de los que no lo son. De todas formas, JAMÁS comas un hongo cuyo origen no conoces o si no sabes con seguridad su identificación.

Por último, recuerda que en Bazar Fungi encontrarás hongos chilenos y adaptógenos, como el shiitake, para incorporar fácilmente a la dieta habitual. Todos nuestros productos están hechos a base de hongos funcionales, no psicodélicos o alucinógenos, que pueden usarse tanto con propósitos medicinales como para preparaciones gourmet. Además, contamos con una sección de Arte Fungi con artesanías, accesorios, ropa de diseño independiente, ¡y mucho más!

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