Dentro del mundo Fungi, donde se agrupan los distintos tipos de hongos, existen distintas categorías. Una de ellas es la familia de los que cuentan con propiedades alucinógenas, cuyo uso tiene una larga historia vinculada a culturas antiguas. En este artículo, te proponemos conocer cuáles son los hongos alucinógenos en Chile, ya que hay distintas especies que crecen naturalmente en varios puntos del país.
Los hongos alucinógenos, también llamados psilocibios, contienen sustancias psicoactivas y fueron una de las primeras drogas utilizadas por la humanidad. Existen registros arqueológicos de su consumo en la India en una fecha tan lejana como el 1600 a.C. También hay menciones a ellos en la cultura de la antigua Grecia y su uso era extendido en América antes de la llegada de los españoles.
Algunas de esas mismas especies que los pueblos originarios de México y Centroamérica denominaban como “hongos mágicos” son las que crecen actualmente en Chile.
Los distintos tipos de hongos alucinógenos en Chile
En todo el mundo existen varios géneros y hay más de 200 especies dentro del Reino Fungi que son capaces de alterar la percepción de la mente humana. La diversidad micológica en Chile incluye una serie de hongos con propiedades psicodélicas notables. Aunque algunos podrían pensar inmediatamente en el famoso Psilocybe cubensis, este hongo no está presente en nuestro territorio. Sin embargo, existen otras especies que conforman nuestro singular paisaje de hongos psicodélicos. ¡Aquí te introduciremos a algunos de los géneros más destacados!
1) Psilocybe
El género Psilocybe es famoso por sus propiedades psicodélicas, cortesía de su contenido de psilocibina. En Chile, se han registrado dos especies de este tipo: Psilocybe caeruleoannulata y Psilocybe semilanceata. A pesar de su presencia limitada en comparación con otros lugares del mundo, estas especies siguen desempeñando un papel fundamental en el paisaje micológico psicodélico de Chile.
El Psilocybe caeruleoannulata crece en áreas ricas en materia orgánica, como bosques húmedos y pastizales. Estos hongos pueden ser identificados por su forma, color y las características de las esporas y otras estructuras microscópicas.
(Fuente: iNaturalist)
En cuanto al hongo Psilocybe semilanceata, es uno de los hongos psilocibios más comúnmente reconocidos y ampliamente distribuidos. Su color varía de marrón claro a oscuro dependiendo de la humedad. Se encuentra comúnmente en pastizales, especialmente en áreas donde el suelo es rico en estiércol de ovejas o vacas. No suele crecer directamente del estiércol, sino más bien de la hierba rica en nutrientes que se encuentra alrededor. Se ha registrado desde el sur de Brasil, Argentina , Uruguay y Chile.
(Fuente: Patrick Ullrich)
2) Amanita Muscaria
Es común encontrarlo en Valdivia y en los alrededores de estos árboles: pinos o abedules. Se destaca de otros hongos chilenos por su forma de sombrero. Además, su color rojo y sus lunares blancos son icónicos y forman parte de distintas expresiones de cultura popular. Ha sido consumido por distintas civilizaciones desde tiempos inmemoriales, ya que hay registros del Amanita Muscaria en puntos tan diversos del mundo como Siberia, la India y México. Su uso era frecuente en rituales espirituales.
3) Panaeolus
(Imagen del Panaeolus retirugis | Fuente: Sociedad Micológica Extremeña)
El género Panaeolus, perteneciente a la familia Bolbitiaceae, incluye numerosas especies, algunas de las cuales son conocidas por sus propiedades psicodélicas debido a la presencia de psilocibina. Estos hongos generalmente se encuentran en estiércol de animales herbívoros o en suelos muy ricos en nutrientes. En Chile se han documentado diversas especies de este género, a pesar de que no todas tienen propiedades psicodélicas.
Estos hongos son saprofitos, lo que significa que juegan un papel esencial en el ciclo de nutrientes, ya que ayudan a descomponer la materia orgánica y a reciclar los nutrientes en el ecosistema. En términos de identificación, estos hongos suelen tener un sombrero cónico a campanulado, y las esporas son negras o de color marrón oscuro.
4) Gymnopilus
(Imagen del Gymnopilus spectabilis | Fuente: Hongos de Chile: atlas micológico UChile)
Este es un género de hongos de la familia Cortinariaceae. Algunas especies del género Gymnopilus contienen psilocibina y se les conoce comúnmente como hongos “Laughing Gym” debido a sus efectos psicoactivos. Sin embargo, no todas las especies de este género contienen psilocibina. Además, su identificación puede ser complicada.
Crecen en madera muerta, como tocones y troncos caídos y desempeñan un papel ecológico crucial como descomponedores de madera. Al hacerlo, ayudan a descomponer y reciclar la madera muerta, liberando nutrientes de nuevo en el ecosistema y contribuyendo al ciclo de la vida del bosque.
Consideraciones importantes y sobre legalidad
El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) define a los hongos alucinógenos como aquellos “cuyos principios activos tienen la posibilidad de distorsionar la percepción”. A su vez, la Ley 20.000 especifica que tanto su cultivo como su consumo son ilegales.
Según esta norma, el tráfico de este tipo de sustancia conlleva penas que van desde los 500 días a los 15 años, lo que depende de distintos factores, como el volumen cultivado o vendido. A su vez, el consumo no está considerado como un delito, pero sí como una falta. De esta manera, no está penado con la cárcel, aunque sí con multas, asistencia obligatoria a programas de prevención y trabajos comunitarios.
Como hemos visto, el reino Fungi es un universo vasto y fascinante, capaz de sorprendernos con sus múltiples especies y las propiedades que algunas de ellas poseen. Sin embargo, esta misma diversidad es la que nos invita a proceder con cautela. El consumo de hongos alucinógenos en Chile, además de estar regulado o incluso prohibido en muchas regiones, puede implicar serios riesgos para la salud si no se conoce con certeza la identificación y procedencia de los mismos.
Algunos hongos son altamente tóxicos y su ingestión puede tener consecuencias graves, incluso mortales. Además, las reacciones a sustancias psicoactivas como la psilocibina pueden variar enormemente de una persona a otra, y la experiencia puede ser altamente impredecible.
Por tanto, es crucial recordar que no se debe consumir ningún hongo cuya identificación no esté absolutamente confirmada por un experto. La curiosidad y el interés por los hongos deben ir siempre de la mano con la responsabilidad y el respeto hacia estos seres tan sorprendentes como complejos. Explorar el mundo de los hongos puede ser un viaje maravilloso, pero siempre con conocimiento, cautela y, ante todo, seguridad.
Aquí termina nuestro recorrido por los hongos alucinógenos a lo largo de nuestro país. Si te cruzas con alguno de ellos en la naturaleza, ¡recuerda no consumirlo si no eres un experto(a) en el área! O mejor, no hacerlo en absoluto, ya que recuerda que cumplen una función hermosa para nuestro planeta.
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